En el mundo de la publicidad el humor y la cotidianeidad son recursos muy ricos para vender distintos tipos de productos o servicios. Una buena comunicación que utiliza como herramienta la gracia de situaciones divertidas y poco probables de la vida diaria contribuyen a que el espectador participe de la misma y en el mejor de los casos se sienta identificado, idealizandose en ese momento.
En la la campaña gráfica para Heineken este recurso fue el más acertado, ya que necesitabamos darle una mirada distinta, más fresca y espontánea, cuyos protagonistas fueran personas comunes y no el clásico estereotipo que se encuetra en lo último de las tendencias en moda; personajes más desestructurados y afín al tipo de espectador al cual queríamos comunicarle el mensaje y sumarlo como consumidor de esta bebida premium entre las cervezas.
La temática utilizada fue el de los pecados que se cometen para concretar un claro objetivo, y esto lo reflejamos en las piezas gráficas de la campaña realizada por nuestra agencia.