Disculpe, el nombre de su empresa es...

Hoy en día una marca o nombre que identifique a una empresa, producto o servicio es vital que este acompañada de una buena imagen. La misma va a ser su tarjeta de presentación en el mercado y de esta depende el éxito en sus objetivos; no solo comerciales sino también comunicacionales. En un mundo sobresaturado de marcas, la clave de posicionar una nueva dependerá de muchos factores para que esta logre situarse entre las mejores, pero fundamentalmente se deberá estudiar minuciosamente la identidad que se le vaya a otorgar.

La identidad es el punto de partida para la diferenciación, y como tal debe reflejar todo lo que compone a la misma. Un correcto estudio a través de toda la información proporcionada por el cliente va a servir para la creación, desarrollo y forma que una marca vaya a adoptar, pudiendo ser a través de símbolos, logos, isologos, monogramas, firmas, etc. Gracias a esto, una marca es un mensaje abreviado que permite al consumidor -entre otros aspectos- identificar productos, servicios, agrupaciones, personas y organizaciones, como así también el aval e indicador de calidad, de valor, de fiabilidad y de origen, dejando de ser esta un simple recurso de diferenciación como hablamos en un principio.

En nuestra agencia nos basamos en cuatro reglas básicas a la hora de elaborar el branding para un cliente: transparencia, simpleza, personalidad y consistencia; las mismas se verán plasmadas en los siguientes ejemplos.